El mito que sitios de casinos en línea en vivo están amañados es uno que ha existido por un tiempo, pero examinemos los hechos. En primer lugar, los casinos en vivo en línea creíbles operan bajo regulaciones estrictas. Estas instituciones están regidas por órganos como el Comisión de Juegos de Azar del Reino Unido o la Autoridad del Juego de Malta, que realiza auditorías periódicas. Si un casino no pasa la prueba, pierde su licencia.
En segundo lugar, los casinos en vivo genuinos utilizan generadores de números aleatorios (RNG) para sus juegos. Estos RNG son algoritmos de software probados por terceros independientes. Se aseguran de que cada tirada de dados, giro de una carta o giro de la rueda sea completamente aleatorio. Cualquier intento de manipular el RNG no sólo sería ilegal sino que también sería fácilmente detectado durante las auditorías regulatorias.
Además, los operadores de casinos en vivo invierten en tecnología avanzada y distribuidores humanos capacitados para ejecutar los juegos. Cualquier inconsistencia o práctica desleal sería perjudicial para su reputación y conduciría a la pérdida de jugadores e ingresos. Además, los jugadores tienen la opción de informar cualquier actividad sospechosa, que luego se investiga a fondo.
La transparencia es otro factor clave. Muchos casinos en línea en vivo te permiten ver estadísticas del juego en tiempo real e incluso chatear con el crupier. Esto crea un entorno abierto que es difícil de manipular.